sábado, agosto 05, 2006

DEL GOMÓN




En el gomón 104
panza arriba
en su día libre
planchaba la panza
ante las tetas grandes y movedizas de Torquinst
un bolche-dique
con sus borce-guías de escau
luce su caña
a ver si pesca una de dos piezas
de una negra cucurta
y no de una rubia frígida.


El séptimo día
después de su creación
el artista
descansa su intelecto
como el Rulo
tras su invención
(el Rulo no inventó nada)
pan y hamburguesas
en el gomón 104.


¿Qué hace una paloma
que se cree colibrí
hurgando entre los pétalos de mi oído?

TRADUCCIÓN DEL ARTISTA:
Se comió que mi oreja era una flor.


En un arranque de instinto vikingo
embiste la canoa
al gomón panza arriba.


El aire espeso del lugar
y el lugar espeso de mojcas
se repite en la tarde.


Nuevamente la paloma
practica la estática del colibrí
en mi oído.

La paloma pesa demasiado para volar en el lugar.


En el baso de cerveza
hay una mojca
miro
en el baso de cerveza
hay dos mojcas
dos puntos
ya no miro más el vaso


Una paloma que se cree colibrí
un tractor que se cree tren y pasa por la vía
aquí hay delirio de grandeza
además hay dos boludos que se creen artistas.


Poco a poco la cerveza
se convierte en mi retina.

(La cerveza queda con resina de mojca)


Yo Gabriel Reilly
odio las mojcas
ergo: odio los boiescau.


En mi cerveza
hay una pata de mojca.


- Soplaste el humo
y la mojca se fue de tu boca.
- Claro, para eso es el humo,
para ahuyentar a los insectos.


Mientras fumo
un boiescau me mira,
¡El viaje que se come la mojca
cuando largo el humo por la nariz!


En Parque norte
(nuestro jolibud autóctono)
son todos gordos.
El Rulo también se ha hamburguesado.


La pata de mojca ya no está en mi cerveza,
creo que me la tragué.


El gomón autosuficiente
no transporta gente
flota solo en el agua
se divierte jugando
a ser bucanero.


La paloma vuela por tercera vez
sobre mi cabeza.
No, definitivamente esta paloma que vemos
no es un colibrí.


(Esto pasó realmente,
no hay literatura en mis palabras).


Sierra, ya no Torquinst

Las simuladoras
blanco - negro - blanco - verde
la creación comienza
en la morocha del final
antes del verde existió el caos
el gusto del jote en la garganta.
La mitad ya peló el culo
una sugiere sus tetas,
la más negra canturrea la bersuit
la de gafas muestra un perfil griego
el collar de mostacillas se anuda
para no llegar a su sexo
…pero se anuda entre sus senos
a las otras tres les gusta mirar
- me saco, me pongo la remera- dice
la de verde fuma.


Ramón Díaz de 8va
rema su super ranger
con su remera rosa teta de rubia frígida
peinado húmedo ejecutivo
en las aguas oscuras del dique
no sé si sos lo que querías ser.


Acá las mojcas escasean
pero lo espeso es el agua
se chapotea en el barro aguachento
para calmar el calor
el color marrón ya fue logrado.
La espuma del jote es de color rosa:
marrón y rosa como una extraña convinación artística.


La modelo mal bronceada
menea el voluptuoso culo por la pasarela de cemento
llega a la mitad y se detiene
porque falta un pedazo,
debe ser por la crecida, dicen.
La modelo quieta
es solo una chica boba más bajo el sol.

Por estas cosas Giordano veranea en Punta


La de verde (ahora bikini rojo)
muestra un tatuaje en la panza.
La guitarra tiene forma de mujer
la mujer en su panza
Esta mujer tiene forma de bandoneón
entre sus pliegues
metería mi mano
al rescate de la guitarra.

La del medio (ahora bikini rosa)
muestra un tatuaje en su espalda
desde acá no puedo ver bien qué es.


El chabón que nos pide un cigarrillo
lleva el universo tatuado en el pecho
casi imperceptible en su negrura lograda.


Dos de las cuatro
decidieron ir al barro
a soportar el color.


Con mis lentes obscuros
las rubias sugieren a mis negras
el músculo del cerebro se ablanda
el jote adquiere un gusto vegetal.


Dos burguesas enterizas
extienden sus cuerpos inflados
como en una propaganda de bronceador


La chica con los culos de botella
mira fijo el sol
de manera irreverente
y se le derriten los ojos.


Ramón Díaz con la chomba sobre su cabeza
cual melena de Bandana,
pierde toda capacidad de remar
muestra ahora una musculosa negra
el peinado húmedo siempre igual,
ahora estoy seguro: no sos lo que querías ser.


En la noche
se repite el día
blanco - negro - blanco - verde
ahora
negro - negro- celeste - rojo
se plantan frente a nos.
Cambian los colores,
cambia el lugar
Pero todo sigue inmóvil.


Vuelta a Torquinst y salida

Los ejércitos se dividen
según el momento en que cada soldado
recibe el impacto de un misil-alga
la infancia se repite
ahora entre canas.
En Parque Norte
los grandes juegan a ser niños,
niños que juegan a ser grandes.



- papá, está mojado
- ¿qué pasa ahora?
- que me tengo que cambiar el pantalón
- ¿y para que te lo vas a cambiar si después, capaz, que te mojas de nuevo?



En la constelación de piedras
el cascarudo torito
afronta la aventura
y atraviesa el universo pétreo del arrollo.


Era más blanca que el agua,
que el agua algueada,
pero dos días después
la frigidez aminora
gracias al factor 25.


Un guerrero,
quizás el mayor de ellos
está serio
y dispara con verdadera bronca revolucionaria.





- ¿cómo va?
- acá andamo, soportando el calor
- mamá?
- está en casa, con la pancita
- ¿de cuantos meses ya?
- de cinco



En la tregua
los soldados de los dos ejércitos
se secan al sol
y toman mate mientras planean estrategias


A medida que aumenta la densidad de personas
por litro cúbico,
aminora la disposición para hacer.
En un estado de ensueño
la tarde se desvanece
con olor a alga seca.


En el mercado
ya más a la tarde
se cruzan las miradas de los soldados
miradas de llamaradas
que anhelan revancha
- has ganado una batalla
pero el verano continúa.

3 comentarios:

Unknown dijo...

texto conjunto con un chico que no da la cara
firmado por nosotros dos como
Gabriel reilly

porque si

Mariela Palmeri dijo...

me ha resultado surrealista este texto
y confieso que hubo veces en que perdí el equilibrio :S

un beso

Anónimo dijo...

si. lo leí completo. y por momentos es algo surrealista y esos, creo, son los mejores momentos. después, a veces, hay cosas que sobran (pero no tantas). me parece que está bien.